Como dije en el artículo de la narrativa compartida, hoy voy a hablar del storytelling en el aula con apoyo de las IA, que facilitarán la aventura de diseñar y dar cuerpo a la historia que vivirán tus alumnos. Llevo tiempo dando vueltas a este asunto, al cómo aplicar una narración en alguna clase, y voy a compartiros lo que se me ha ocurrido (tampoco nos vengamos arriba; no son pensamientos muy profundos ni pulidos, pero son míos y los quiero).
Primero pensé (tal vez, alguien, en ese momento, sintió una perturbación en la Fuerza. ¡Yo, pensando!) qué formas de aplicar una narrativa a una clase podía haber. Entonces caí en la cuenta de que, vaya, aunque dé charlas y cursillos sobre el tema de manera puntual, casi que solo conozco las clases a nivel usuario (eso tendrá que valer).
Partamos de la idea de que la narrativa elegida nos pide una historia estructurada en tres actos (no voy a entrar en por qué pienso que los tres actos son una mentira; esto va de innovación en el aula, no de teoría de guion): presentación, nudo y desenlace.
Primer acto
¿Qué sucede en el primer acto? Tenemos una escena de prólogo para hacernos una idea de lo que está por venir, seguida de una presentación de los personajes y el contexto en el que viven. Esto se denomina “mundo ordinario” (en el caso de seguir el Viaje del Héroe que, ya que vamos con tres actos, qué más da). Me salto la presentación del mentor, el rechazo a la aventura, y avanzamos hasta el incidente incitador, el primer punto de giro, donde todo explota y el protagonista debe abandonar su mundo ordinario y comenzar a recorrer el mundo extraordinario (sí, el nombre rezuma originalidad) en busca de un elixir que le permita solucionar algún problema vital o vencer al mal que lo acosa.
Básicamente, que el protagonista, en este caso un alumno, se ve empujado a abandonar su zona de confort para adentrarse en terrenos desconocidos. Narrativamente, no tiene otra opción.
Segundo acto
Durante el segundo acto, el protagoalumno irá creciendo paulatinamente, adquiriendo habilidades nuevas y conocimientos que le permitirán triunfar cuando tenga que encarar al antagonista. Y entonces, llegará el momento de la primera gran prueba: el PUNTO MEDIO, un momento decisivo en todo viaje heroico, donde el protagonista será puesto a prueba… y fracasará. Aquí todo cambia. Su ánimo será hecho añicos y descenderá al Abismo. ¿Un parcial que no ha podido aprobar, tal vez?
*Insisto, esto es por el ritmo narrativo de la historia; lo ideal es que la prueba que se presente en este punto medio (si seguimos la idea del parcial) se supere.
¡Pero no hay de qué preocuparse! Nuestro protagonista, en su momento más bajo, ha hallado la sabiduría necesaria que le permitirá crecer y madurar, convirtiéndose de esta manera en el héroe que antes no estaba preparado para ser. Y tras salir, más fuerte y preparado que nunca, con su conciencia en calma, en equilibrio con su espíritu, retomará su camino, el cual lo lleva al tercer y último acto.
Tercer acto
Comienza el último enfrentamiento con el antagonista. Su lucha es encarnizada, pero el protagoalumno ya no tiene dudas. Consigue vencer, imponerse, triunfar.
Y, una vez que el mundo está a salvo, el protagoalumno volverá a su mundo ordinario, donde todo seguirá igual… pero él habrá cambiado.
La idea general ya está presentada: convierte tu cuatrimestre en una historia de tres actos. Sáltate lo del mundo ordinario, porque los alumnos acuden a clase a aprender, a enfrentarse a lo desconocido. Su incidente incitador fue matricularse; una vez que salen de casa se adentran en un mundo extraordinario, y su elixir ansiado no es aprobar la asignatura (eso es un clímax), sino aprender.
Sé que todo esto puede parecer difícil, pues no todos los alumnos acuden con interés ni motivación, pero los héroes en las historias tampoco suelen empezar de buena gana. Encontrar cuál es su deseo, aquello que ansían alcanzar y que los motiva a moverse, es parte de la narrativa.
Siguiendo con este hilo, propongo que prepares las clases por escenas. Las escenas subdividen los actos por unidades de tiempo y espacio, y siempre hay un progreso en estas, ya sea empezando en positivo y cerrando con negativo o viceversa (esto hace que haya cambio, movimiento, vida), aunque a nivel docente siempre parezca que la mejor opción es de negativo (no saber) a positivo (saber). Así que, prepara tus escenas-temario de tal forma que los alumnos puedan ver ese progreso, aunque sea presentando determinado ejercicio al comienzo del tema y al final, que vean que son capaces de hacer algo que antes no, algo que no sean “meros deberes”, ya que por lo general se lo tomarán como una obligación y no un entrenamiento.
Todo debe ir acorde a una narración previamente elegida. Puede ser de temática pirata, harripomágica, western, futurista… eso es algo, como ya se comentó, que debes decidir con tus alumnos. Una vez seleccionado el contexto, es hora de preparar y adaptar las escenas. Planea “misiones”, por ejemplo, dota de contexto los ejercicios que han de realizar, *cofcof*casos-clínicos*cofcof*. ¿No sería más emocionante que, en algún ejercicio de arquitectura, en lugar de tener que responder a un enunciado genérico, fuese el propio Gaudí quien pidiese a los alumnos que, para definir unos procedimientos que faciliten el cambio de las experiencias conocidos por todos los miembros de una comunidad, tuvieran que dibujar y rotular el cajetín propuesto en los formatos de papel normalizados DIN A-3 y DIN A-2? Signifique eso lo que signifique. Piensa en este ejemplo como una píldora concreta, algo puntual dentro de la narrativa en la que has englobado tu asignatura.
Otro ejemplo puntual puede ser, en alguna asignatura de economía o derecho, crear una temática futurista donde los gobiernos han caído y el mundo está liderado por grandes corporaciones que se encargan de la educación y manutención de sus empleados. ¿Cómo pueden mantenerse en este contexto unas leyes que protejan a las personas y no los intereses empresariales? Este futuro distópico cyberpunkarra es aplicable también a asignaturas de ética y filosofía. Los alumnos se convierten en viajeros en el tiempo, para vivir en aquel tiempo distante y analizar los diferentes escenarios preparados por el profesor en la narrativa.
Además ahora, gracias al tremebundo avance en el tema de las inteligencias artificiales, es posible.
Genera una imagen con Midjurney (o encárgasela a algún ilustrador de confianza). Crea un texto (o escríbelo tú mismo) con la ayuda del famoso ChatGPT. Pon tu voz, o convierte ese texto en audio a través de Fliki. Únelo todo, da vida a esa imagen para que parezca narrar, con D-ID. Además, estas píldoras se pueden apoyar también en alguna infografía que organice de forma mucho más visual lo visto en esta escena-temario.
Con esto, ya tienes todo lo necesario para preparar una narrativa que convierta el aprendizaje de tus alumnos en toda una aventura que cambiará sus vidas desde el momento en el que pisen el aula.
Bibliografía
McKee, R. (2002). El guión: sustancia, estructura, estilo y principios de la escritura de guiones. Alianza Editorial.
Sánchez-Escalonilla, A. (2014). Estrategias de guion cinematográfico: el proceso de creación de una historia. Ariel.
Tobias, R. B. (s. f.). El guion y la trama. Eiunsa.