En tiempo de pandemia la UFV ha hecho una apuesta decidida y valiente por la presencialidad adoptando un sistema de docencia híbrida, a pesar de su complejidad metodológica y requerimientos técnicos. Convencidos de que esta adaptación era la que mejor se acogía a nuestro modelo educativo por facilitar el encuentro con el alumno y permitir el desarrollo de las pedagogías centradas en él, se realizó una importante inversión en recursos técnicos y personales.
Durante estos primeros meses recorridos, profesores y estudiantes valoran el esfuerzo y reconocen sentirse acompañados y cuidados, sin embargo, se ha observado que en la mayoría de las clases híbridas de la UFV los alumnos que están fuera de clase mantienen sus cámaras apagadas.
Los profesores reconocen haber desistido ante la negativa o excusas constantes de sus estudiantes para usar sus cámaras, mientras los alumnos admiten distraerse más desde casa, especialmente cuando no se sienten observados. Otros docentes, sin embargo, parecen no sentir la necesidad de ver a los alumnos que se encuentran en casa, igual que algunos alumnos parecen sentir amenazada su intimidad.
Por todo ello, comparto 5 razones por las que creo que es esencial el buen uso de la cámara en la clase presencial híbrida:
- Durante un curso en el que estamos conociendo a nuestros alumnos ocultos tras una mascarilla, la cámara durante su semana rotatoria en casa es lo que nos permite conocerlos mejor. Pero, además, esto ayuda a que los alumnos de cada subgrupo puedan conocerse entre ellos. Por supuesto que conocer a una persona es mucho más que conocer su cara, y es cierto que podemos transmitir mucho con la mirada, pero reconozcamos que cuando tratas de conocer a un mínimo de 100 nuevas personas cada curso, observar sus expresiones faciales ayuda, no en vano nuestro cerebro contiene un área enorme dedicado al reconocimiento de las caras.
- Ver a los alumnos de casa en el monitor de clase facilita la interacción con su profesor y resto de compañeros y, por tanto, mejora su integración y participación en el desarrollo de la clase. Es más sencillo para un profesor dirigirse a un alumno que ve a través de un monitor, que hacerlo frente a una pantalla en negro. El profesor se mantendrá alerta y no olvidará que debe atender a ese grupo de alumnos que sigue la clase desde casa. Y el estudiante se sentirá de esta forma atendido igualmente por su profesor.
- Observar a nuestros alumnos hace más sencilla la comunicación con ellos y reduce los recursos tecnológicos necesarios para integrarles en la clase. No sería necesario, por ejemplo, estar pendiente del chat para comunicarnos con ellos, si podemos ver sus expresiones o incluso establecer un código visual que nos indique de forma rápida sus impresiones. Además, nos ayudará a simpatizar y empatizar con ellos, a detectar su estado de ánimo, de salud, y a sentirnos más cercanos. Y, por otro lado, un alumno que se siente bien observado y atendido se sabrá acompañado por su profesor.
- Saberse observado, mejora sin duda el nivel de atención y responsabilidad del estudiante que recibe la clase desde casa. Todos hemos vivido en estos meses la experiencia de ser alumnos en remoto, en una reunión, en una formación, en un congreso, … y habremos comprobado lo fácil que es distraerse ante la protección que te da estar al otro lado de la pantalla.
- Por último, nuestra misión como educadores es posibilitar en nuestros alumnos la adquisición de habilidades y competencias necesarias para la vida. Si algo tenemos claro ahora es que los encuentros virtuales, tanto profesionales como personales, van a formar parte de nuestra normalidad, por lo que tener la capacidad de llevar a cabo una correcta presencialidad virtual debe formar parte de las competencias a desarrollar. El estudiante debe acostumbrarse a mostrarse de forma correcta desde el espacio en el que le toque realizar su actividad, ahora la clase y en un futuro próximo su trabajo.
Pero ojo, conseguir que enciendan sus cámaras es una condición necesaria pero no suficiente para asegurar su integración en la clase. Mirar una pantalla no asegura su compromiso, igual que los alumnos que están en clase podrían estar comprando en Zara o usando las RRSS mientras creemos que cogen atentos sus apuntes.
Algunas tips para asegurar la integración de los alumnos en clase son:
- Utiliza Zoom para las sesiones de clase ya que te permite visualizar hasta a 49 participantes a la vez. Para ello utiliza el modo galería. Además, utiliza la cámara instalada en clase de forma que lo estudiantes puedan ver a sus compañeros cuando sean ellos quienes intervienen en las clases y no una imagen fija del profesor.
- Acuerda con tus estudiantes un código visual que facilite la comunicación (por ejemplo, mostrar un objeto verde si la respuesta es afirmativa y rojo si es negativa) y realiza alguna actividad que promueva el conocimiento del grupo y la creación de una atmósfera de confianza implicando a ambos subgrupos (por ejemplo, pide a los alumnos de casa que os den la espalda y realiza algún cambio en la clase que ellos deberán adivinar, o pide a los de casa que muestren en sus cámaras un dibujo, relacionado por ejemplo, con contenidos de la asignatura, y solicita a los de clase que averigüen de qué se trata). Esto ayudará a normalizar la situación y ayudará a los de casa a sentirse más presentes.
- Solicita la intervención de los alumnos del grupo de casa en la misma proporción que lo haces con los de clase.
- Crea grupos mixtos (alumnos de clase con alumnos de casa) para la realización de tareas concretas.
Para ello puedes:
- Pedir a los alumnos de clase que accedan a la sesión de Zoom y separarles en salas mezclando a los alumnos de ambos subgrupos
- Utilizar sesiones de BlackBoard en paralelo para que cada grupo realice su videollamada
- Realizar grupos de Teams.
5. Utilizar herramientas digitales (opciones de anotación y votación en Zoom, Nearpod, Mentimeter, Socrative, Miro, etc…) con las que todos los estudiantes podrán contestar a tus preguntas e intervenir en la clase a tiempo real. Estas herramientas además aportan una retroalimentación instantánea al docente lo que le permitirá adaptar su explicación al ritmo de seguimiento de toda la clase.
La UFV es una institución que mira a la persona. Quizás sea el momento de tomarnos esta misión, además, de forma literal.
Usa la cámara, hazles que usen la cámara.
Bióloga, Doctora en ciencias por la UAM y Máster en innovación educativa por la UC3M. Desde 2008 soy profesora de Biología Celular y Fisiología en la Universidad Francisco de Vitoria.
Caminante, escaladora, montañera y cicloturista, experta en recorrer sitios inhóspitos de todo el planeta en autonomía.